Los maestros antiguos

Así habló el maestro Desarrollador:
«Después de tres días sin programar, la vida se vuelve sin sentido.»

2.1
Los Desarrolladores de antes eran misteriosos y profundos. No podemos comprender sus pensamientos, por eso, todo lo que haremos, será describir su apariencia.
Despierto, como una zorra cruzando el agua. Alerta, como un general en el campo de batalla.
Amable, como un anfitrión saludando a sus huéspedes. Sencillo, como bloques de madera sin tallar. Opaco, como pozos negros en cuevas oscuras.
¿Quién puede decir los secretos de sus corazones y mentes?
La respuesta solo existe en el Tao.

2.2
El Gran Maestro Turing una vez soñó que era una máquina. Cuando se despertó exclamó:
«¡No se si soy Turing soñando que era una máquina, o una máquina soñando que soy Turing!»

2.3
Un Desarrollador de una compañía muy grande de computadoras fue a una conferencia de software y luego regresó a reportarse con su jefe, diciendo: «¿Que clase de Desarrolladores trabajan para las otras compañías? No se comportan y no les interesan las apariencias. Su pelo era largo y descuidado y sus ropas arrugadas y viejas. Arruinaron las reglas de etiqueta e hicieron ruidos groseros durante mi presentación.»
El jefe dijo: «Nunca debí haberte enviado a la conferencia. Esos Desarrolladores viven más allá del mundo físico. Ellos consideran a la vida un absurdo, una coincidencia accidental. Ellos van y vienen sin conocer limitaciones. Sin ningún cuidado, ellos viven solo para sus programas.
¿Porque deberían molestarse por las convenciones sociales?
Ellos viven dentro del Tao.»

2.4
Un novicio le preguntó al Maestro: «Hay un Desarrollador que nunca diseña, documenta, ni prueba sus programas. Y todos los que lo conocen lo consideran uno de los mejores Desarrolladores del mundo. ¿Cómo es esto?»
El Maestro contestó: «Ese Desarrollador se ha convertido en un maestro del Tao. El ha ido más allá de la necesidad de diseñar; el no se enoja cuando el sistema se cae, acepta al universo sin preocupación. El ha ido más allá de la necesidad de documentar; ya no le interesa si alguien más ve su código. El ha ido más allá de la necesidad de probar; cada uno de sus programas son perfectos dentro de sí mismos, serenos y elegantes, su propósito es auto-evidente. Realmente, el ha penetrado el misterio del Tao.»