A quien entienda

«Que las letras hablen por las personas… yo prefiero que las personas hablen por las letras…»

Veo tus manos sostener con firmeza el lapicero que plasma a cada movimiento una palabra, que no es sólo palabra, letras que no son sólo letras, signos que nos son sólo signos, plasmas en cada frágil movimiento de de tu mano; amor, tristeza, alegría, dicha, enojo… en esa hoja blanca plasmas sentimientos, escribes historias y relatas anécdotas, pero lo que me encanta es ver que tus manos frágiles plasman lo que tu corazón les dicta, mientras que con tus dulces ojos expresan ternura ante tu creación.