Diario de un gato

Gatito

Gatito

En lunes de lectura la verdad no sabia ni sé donde publicar esto si en un lunes de lectura o en un jueves de chiste, la verdad no tengo idea pues el relato me hizo mucha gracia, pero como hay que leer, opte mejor por dejárselos en un maravilloso lunes de lectura, que lo disfruten:

Día 983 de mi cautiverio. Mis captores siguen atormentándome con unos bizarros objetos danzantes.

Ellos cenan carne fresca, mientras que los otros reclusos y yo somos alimentados con una especie de piedritas secas.

Aunque claramente hago muestra de mi disgusto hacia esas raciones, debo comer algo para mantener mis fuerzas.

Lo único que me mantiene es mi sueño de poder escaparme. En un intento por disgustarlos, hoy vomite de nuevo sobre la alfombra.

Hoy decapite a un ratón y arroje su cuerpo sin cabeza a sus pies. Creía que esto introduciría el miedo en sus corazones, ya que claramente demostré de lo que soy capaz. Sin embargo, ellos no dejaron de hacer comentarios condescendientes sobre que «gran cazador» que soy. Malditos.

Hubo algún tipo de asamblea con sus cómplices hoy a la noche. Fue recluido en confinamiento solitario durante todo el evento. Sin embargo, podía escuchar ruidos y oler la comida. También logre escuchar que mi confinamiento era gracias al poder de las «Alergias». Debo aprender que significa eso y utilizarlo en mi ventaja.

Hoy, casi tengo éxito en un atento de asesinato a uno de mis captores, interponiéndome entre sus pies mientras caminaba. Debo intentarlo de nuevo mañana… pero en las escaleras.

Estoy convencido de que los otros prisioneros son muy fieles y soplones. El perro recibe tratos especiales. Lo sueltan regularmente… y parece estar más que contento por volver. Es obviamente un retardado.

El pájaro tiene que ser un soplón. Lo observo comunicándose con los guardias regularmente. Estoy seguro de que reporta cada movimiento mío. Mis captores arreglaron una custodia preventiva para él en una celda elevada.

Está a salvo. Por ahora…