«Alguien» no te deja estudiar

Pongo el dedo en el detector dactilar con una sonrisa digo hasta mañana, alcanzo corriendo la combi que ya se iba sin mi, consigo un asiento y bajo la vista a leer mi eBook (preocupado por que es lo que le pasara a Arya y Jon mientras maldigo a Joffrey) el trayecto durará 20 minutos más que suficientes para leer un poco, he llegado a mi parada debo bajar y caminar otros 20 minutos, ese camino me sirve de reflexión sobre lo que haré el resto de la tarde… de la poca que nos dejan.
Mientras asciendo por la pendiente que dirige mis pasos hacia mi hogar reflexiono sobre cuestiones y curiosidades de la vida algunas absurdas y otras de profundo interés, ya he decidido que haré y como recien comí esperaré 2 horas más para cenar así que tengo tiempo de ver un episodio de los Simpsons y estudiar un poco sobre algo que me apasiona mucho… el ajedrez.
La presencia de vida se siente al llegar; quizá sea cosa de tener plantas y árboles tan cercanos, quizá sea el calor del hogar o solo quizá este alucinando por la falta de alcohol.
Encuentro a mi mamá viendo un programa junto a mi papá, les platico acerca de mi día (hice manuales, ¡yuju! que emoción ¬¬) y decido ir a estudiar no sin antes saludar a mi hermano, pero al acercarme a la sección de estudio me sorprende no encontrar a mi hermano viendo anime en la computadora (muy probable ande de fiesta) pero siento que hay «alguien», quizá sea mi abue viendo la T.V., pero al acercarme a la sala tampoco esta… pero sigue habiendo «alguien»…
Decido ir a mi tablero de ajedrez y ¡oh! sorpresa me encuentro a mi gato…
Y el mendigo durmiendo en mi tablero de Ajedrez deshaciendo la posición que había dejado un día anterior, medio se desperto me reto ¬¬ me araño mi mano (que pretendía quitarlo) y se volvio a domir.

Y así termine programando el resto de la tarde y sin estudiar ese día… pinche gato.